Juga. La música del ajedrez.

Os presentamos en esta entrada una muestra de cómo el ajedrez se combina sabiamente, en este caso, con la música. Prueba de ello son las canciones que la artista Juga ha realizado y en las que el ajedrez es el tema principal de las mismas. Juga realiza unos videoclips preciosos donde su preciosa voz se combina con conceptos ajedrecísticos importantes o con personajes famosos del juego de las 64 casillas. 

Disfrútenlo:

La primera de sus canciones se llama Oh, Capablanca, dedicada al genial jugador cubano José Raúl Capablanca. 

La segunda de sus canciones se llama isolated pawn, peón aislado, donde en un tono reflexivo vincula la vida con la situación de este peón en una partida de ajedrez. 

La tercera de sus canciones, se llama Inmortal Game, realizada para celebrar el día internacional del ajedrez, el 20 de Julio. 

La cuarta de sus canciones, lleva por título Tactical, dedicada a todos aquellos elementos ajedrecísticos usados para sacar ventaja en algunas partidas. En la canción hablan del genial Mijail Tal, el mago de Riga. Un auténtico genio del ajedrez que cayó sucumbido a sus adicciones. 

Otra de sus canciones tiene un título en ruso Polya Chornie, casillas negras, donde rinde tributo a las jugadoras de ajedrez a lo largo de la historia. 

Extracto del Periódico el País realizado por Leontxo García. 11 Enero 2019. 

“El ajedrez es como la vida”. Se ha dicho muchas veces, pero no es fácil que un profano capte las numerosas enseñanzas del deporte mental. La chilena Juga di Prima, de 33 años, cantante y ajedrecista, pensó que la música era la solución de ese problema. El temperamento sensible, reflexivo y artístico de Juga está ilustrado en su tobillo izquierdo, donde se ve un tatuaje con el retrato de François André Danican Philidor, destacado músico francés del siglo XVIII que además fue el mejor ajedrecista del mundo en esa época, capaz de disputar cinco partidas simultáneas a ciegas (con los ojos vendados). Y autor de una frase redonda: “Los peones son el alma del ajedrez”, escrita pocos años antes de que los peones de la sociedad de su país empezasen a ganar derechos y libertades en la Revolución Francesa, exportada después, sobre todo a EE UU.